Durante todo el fin de semana una gran marea de multitudes, fieles y
devotos de la Santísima Virgen de la Piedad, se dieron cita en la
recoleta capilla de la Plaza, como un auténtico rio de corazones
incontenibles de emoción. En las horas previas a la marcha nadie quería
quedar huérfano de su "Divina Mirada";ella mas mujer que nunca con los
atributos de viaje, al igual que aquella monja soñadora causo gran
admiración entre los presente, ya se palpaba la emoción del momento de
la despedida final en la que, entre peticiones y rezos fue marchándose
sin prisa alguna hacia la pequeña sacristía...Pero sus hijos piadosos
perplejos ante lo que estaban contemplando, no quisieron marchar y
aguardaron hasta despedirla definitivamente en ese viaje de 124 días.
Ahora ella duerme en Triana, y nosotros nos quedamos con su "Divina
Presencia" en lo mas hondo de nuestros corazones. Santa María de la
Piedad. Ruega por Nosotros.
Articulo y Fotografias: Manolo Cuaresma
