Almonte todavía siente los vivas y los oles, las
plegarias y las salves, el estruendo de los cohetes y las salvas de sus
escopetas al aire, las miradas de pequeños y mayores atónitas ante la
dulce mirada de la Divina Pastora, el camino de los Llanos, el
Molinillo.... y un interminable cúmulo de momentos vividos que
difícilmente se borraran de la memoria.....ahora llega el momento de
disfrutar de su Divina Presencia en su morada del pueblo, donde muchos
anhelaban por verla...¡¡VIVA LA VIRGEN DEL ROCÍO!!
Articulo y Fotografias: Manolo Cuaresma
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